Explorar Teruel es sumergirse en un mundo de belleza arquitectónica y sorpresas históricas, y no hay mejor manera de comenzar esta aventura que admirando la imponente Escalinata del Óvalo. Esta obra maestra de la arquitectura, diseñada por José Torán, se alza majestuosamente desde el parque de la estación de tren hasta el corazón mismo de la ciudad, capturando la atención de todos los que tienen el privilegio de contemplarla.
Lo que hace que la Escalinata del Óvalo sea tan especial es su fascinante combinación de estilos arquitectónicos. En una época en la que la modernidad estaba emergiendo con fuerza, Torán optó por fusionar la tradición mudéjar con elementos modernistas, creando así una escalera única en su tipo. Construida en la década de 1920, esta escalinata es un verdadero testimonio del ingenio y la creatividad de su diseñador.
Pero más allá de su impresionante diseño, la Escalinata del Óvalo está llena de curiosidades y detalles que hacen que su visita sea aún más emocionante. Por ejemplo, ¿sabías que cuenta con un total de 140 escalones? Un desafío para aquellos que se aventuran a subirlos todos, pero cada paso vale la pena por las vistas espectaculares que se pueden disfrutar desde lo alto.
Además, la escalinata está adornada con hermosos azulejos de cerámica, típicos del estilo mudéjar, que añaden un toque de color y elegancia a su estructura. Cada azulejo cuenta una historia, una tradición que se remonta siglos atrás y que sigue cautivando a quienes la contemplan.
Pero quizás una de las curiosidades más intrigantes de la Escalinata del Óvalo es su nombre. ¿Por qué se llama así? La respuesta se encuentra en su forma ovalada, que se asemeja a la de un óvalo perfecto. Esta característica distintiva le confiere un encanto único y la convierte en un punto de referencia inconfundible en la ciudad de Teruel.
